El síndrome de la cintilla iliotibial (SCIT) es la segunda lesión más común en el complejo articular de la rodilla de carácter postural. Es la principal causa de dolor lateral de la rodilla en los corredores y representa aproximadamente una décima parte de todas las lesiones del corredor. Se ha observado un aumento en SCIT en la última década y puede estar relacionado con el aumento del número de corredores en todo el mundo.

La causa del SCIT se cree que es multifactorial y la patología subyacente es de difícil interpretación. Hasta ahora la etiología más comúnmente aceptada es la de que SCIT es causada por la excesiva fricción de la banda iliotibial (CIT) distal en su recorrido sobre el cóndilo lateral del fémur y durante la flexión y extensión repetida. Una teoría más reciente de la causa es el choque de la cintilla contra el cóndilo femoral lateral aproximadamente a 20-30 ° de flexión de la rodilla. También se han señalado como posibles causas:

Factores no modificables asociados con la patología.
• Factores anatómicos tales como diferencias en la longitud de las piernas y el aumento de la prominencia de los cóndilos laterales.

Factores modificables.
• La reducción de la flexibilidad.
• La debilidad muscular, en particular de los músculos abductores de la cadera.
• Alteraciones biomecánicas

Fotografía cortesía de Solorunners Valladolid

Fotografía cortesía de Solorunners Valladolid

Desafortunadamente, la evidencia de que cualquiera de estos factores está asociado con el desarrollo de SCIT sigue siendo limitada e inconsistente.

En cuanto a las alteraciones biomecánicas; los resultados de dos revisiones sistemáticas , sugieren diferencias biomecánicas en corredores con SCIT en comparación con los corredores sanos. Louw propuso que los movimientos de los segmentos proximales en los planos sagital y frontal de la articulación de la cadera, podrían estar relacionado con el SCIT.

El análisis cuantitativo de los estudios transversales han mostrado, que los corredores con SCIT, parecen haber aumentado el pico de rotación interna de rodilla y de la flexión del tronco ipsilateral, durante la fase de apoyo de la carrera en comparación con los corredores sanos.

Los valores máximos de adducción de la cadera, del momento abductor de la cadera y de la caída pélvica contralateral entre corredoras que utilizan calzado con SCIT y corredores sanos fueron insignificantes.

En este momento no se pueden hacer recomendaciones clínicas concluyentes, incluso para el máximo de rotación interna de rodilla y de flexión del tronco ipsolateral, debido al número limitado de estudios y la calidad de estos (tamaños de muestra demasiado pequeños o defectos metodológicos).

La evidencia de que los factores pueden predisponer a los corredores para el desarrollo de SCIT queda limitada a un solo estudio que indica que las corredoras calzadas que estaban en proceso de desarrollo de SCIT, habían aumentado el valor máximo de adducción de la cadera y rotación interna de la rodilla durante la fase de apoyo en la carrera.

Los fisioterapeutas debemos considerar pruebas de detección de aumento de la rotación interna de rodilla y adducción de la cadera para evitar el desarrollo de SCIT.
Debido al origen proximal de la CIT en la cadera y su inserción distal en el tubérculo de Gerdys, los patrones de aumento de la adducción de la cadera y la rotación interna de la rodilla pueden aumentar la cantidad de tensión y la tensión de esta. La CIT es agonista en la abducción de la cadera y se estira en la aducción de la misma.
Este aumento de la adducción de la cadera y de la rotación interna de rodilla pueden deberse a un mal control motor neuromuscular de la musculatura abductora de la cadera, rigidez en las articulaciones de la cadera / rodilla, a las restricciones miofasciales de la musculatura que rodea o alteración del control somatosensorial .

Aunque esto presenta la mejor evidencia hasta la fecha, los fisioterapeutas debemos tener en cuenta que la diferencia entre los grupos para la rotación interna máxima de rodilla fue de 2,5 grados, y que para la flexión del tronco ipsilateral fue de 1,24 grados, que pueden ser incluso más grande o igual que el error de medición -alrededor de dos grados de los sistemas de análisis de movimiento 3D -. Estas pequeñas diferencias por lo tanto, pueden no ser clínicamente significativas, ya que simplemente podría reflejar un error de medición. A pesar de que los fisioterapeutas debemos tener en cuenta estos factores en la práctica clínica (ya que refleja la actual mejor evidencia disponible), el razonamiento clínico todavía debe desempeñar un papel vital a la hora de tomar decisiones clínicas para corredores con SCIT.

También se observa, que los resultados biomecánicos (flexión de rodilla, tiempo en que realiza esa flexión de la rodilla y la eversión del retropié) pueden depender de si los corredores llevan o no calzado. Además, las diferencias entre los diferentes tipos de zapatilla también tendrán un efecto en los resultados biomecánicos .

Hemos observado que muchos de los estudios transversales, se llevaron a cabo en un grupo heterogeneo de hombres y mujeres, que hacían imposible extrapolar, para qué género los hallazgos eran más aplicables y hacen que sea difícil comparar los resultados entre los géneros.

El efecto de la fatiga en los corredores con SCIT solamente se evaluó en dos estudios. En ellos, se encontraron diferencias estadísticamente significativas con respecto a la flexión máxima de la rodilla, máxima aducción del pie y la velocidad máxima de extensión del tobillo, en el inicio de la carrera, así como la flexión máxima de la rodilla, máxima velocidad de rotación interna de rodilla, máxima inversión del pie y la máxima velocidad de extensión del tobillo al final de la carrera . Otro estudio mostró que los corredores con tendencia a SCIT pueden presentar patrones anormales de coordinación segmentaria en particular los acoplamientos que implican el muslo aducción / abducción y rotación tibial interna / externa . Esto indica que la fatiga puede tener un efecto sobre los corredores con SCIT.

En resumen si analizamos la influencia postural como factor de desarrollo del SCIT, encontramos que la cantidad de evidencia es limitada y que en todos estos estudios se debe mejorar la forma de establecer el diagnóstico de la patología, consenso internacional sobre los criterios diagnósticos de SCIT, se deben evitar los muestreos de conveniencia y estandarizar el sistema recogida de datos sobre todo en las fases donde entra la variabilidad individual del profesional.

  1. der Worp v, Maarten P. Iliotibial band syndrome in runners. Sports Med. 2012;42:969–992. doi:10.1007/BF03262306.
  2. Louw M, Deary C. The biomechanical variables involved in the aetiology of iliotibial band syndrome in distance. runners – A systematic review of the literature. Physical Therapy Sport. 2014;15:64–75. doi:e10.1016/j.ptsp.2013.07.002
  3. Niemuth PE, Johnson RJ, Myers MJ, Thieman TJ. Hip muscle weakness and overuse injuries in recreational runners. Clin J Sport Med. 2005;15:14–21. doi: 10.1097/00042752-200501000-00004.
  4. Noehren B, Davis I, Hamill J. ASB clinical biomechanics award winner 2006 prospective study of the biomechanical. factors associated with iliotibial band syndrome. Clin Biomech. 2007;22:951–956. doi:10.1016/j.clinbiomech.2007.07.001.
  5. Wilken J, Rodriquez K, Brawner M, Darter BJ. Reliability and minimal detectible change values for gait kinematics and kinetics in healthy adults. Gait Posture. 2012;25:301–307. doi: 10.1016/j.gaitpost.2011.09.105.
  6. Ferber R. Competitive female runners with a history of iliotibial band syndrome demonstrate atypical hip and knee kinematics. J Orthop Sports Phys Ther. 2010;40:52–58. doi: 10.2519/jospt.2010.3028.
  7. Miller RH. Lower extremity mechanics of iliotibial band syndrome during an exhaustive run. Gait Posture. 2007;26:407–413. doi: 10.1016/j.gaitpost.2006.10.007.
  8. Miller RH, Meardon SA, Derrick TR, Gillette JC. Continuous relative phase variability during an exhaustive run in runners with a history of iliotibial band syndrome. J Appl Biomech. 2008;24:262–270.